El reto de comer rico y sano
No hay mejor sensación que la tranquilidad de saber que tanto tú como tu bebé están recibiendo
todas las vitaminas que necesitan.
Siguiendo recomendaciones nutricionales, la fórmula innovadora de ExelVit Esencial aporta nutrientes como el zinc, ácido fólico (folato activo), vitamina D y C, hierro y ácidos grasos omega-3.
¿Por qué se recomiendan los complementos alimenticios durante el embarazo? Si bien, estos nunca sustituyen una dieta saludable y equilibrada, sí pueden ayudarte a asegurar niveles óptimos de nutrientes que contribuyen al desarrollo de tu bebé.
Claves , consejos y recetas para guiarte
en el día día de tu embarazo
¿Sabías que hasta un 85% de las mujeres experimentan náuseas o vómitos durante su embarazo?
Las náuseas y vómitos son muy comunes en el embarazo, especialmente durante las primeras semanas y hasta el segundo trimestre, pero esto no quiere decir que deban marcar tu experiencia.
Queremos dar visibilidad a estos síntomas y despertar conversaciones honestas sobre este lado no tan rosa del embarazo. Ignorar o normalizar las náuseas solo consigue que las mujeres las sufran como parte del proceso, cuando en realidad existen soluciones para llevar una buena gestación, libre de malestar. ¡Que las mariposas en el estómago sean por emoción y nada más!
Repasamos las causas más habituales que provocan estos síntomas y por qué estos son tan comunes durante la gestación.
Analizamos cuándo empiezan y cómo evolucionan habitualmente estos síntomas desde el comienzo del embarazo hasta la fecha de parto.
Te explicamos cómo puedes aliviar, reducir y calmar estos síntomas con soluciones seguras para mejorar tu bienestar mientras esperas a tu bebé.
En el caso de que las náuseas aparezcan por primera vez después de las 9 primeras semanas de embarazo, se recomienda consultar a un profesional de la salud. Este síntoma podría responder a otras afecciones no relacionadas con el embarazo, que deben ser diagnosticadas y tratadas lo antes posible para evitar complicaciones graves en la salud de la madre y del bebe.
Las náuseas y los vómitos son bastante frecuentes en el primer trimestre del embarazo, de hecho, afectan a entre el 50 y el 80% de las mujeres embarazadas, aunque su intensidad y su duración es muy variable.
Por regla general, las náuseas suelen aparecer a partir de la tercera semana de embarazo y alcanzan su punto álgido alrededor de la novena semana. Afortunadamente, las náuseas suelen desparecer en la semana 16 de embarazo.
Las náuseas se manifiestan como una sensación de malestar digestivo que, en el embarazo, puede derivar en vómitos más o menos graves. A pesar de tratarse de un síntoma muy común, no hay una teoría unánime que explique qué causa estos síntomas. De hecho, se entiende que en la mayoría de los casos no tienen un origen único, sino multifactorial.
Aunque se han realizado numerosas investigaciones al respecto, el fenómeno de las náuseas en el embarazo sigue siendo difícil de explicar.
La mayoría de las teorías señalan como la principal causante de la aparición de las náuseas en el embarazo a la hormona gonadotrofina coriónica humana (hCG), pero también se asumen como factores de riesgo el aumento de la presencia de las hormonas tiroideas, de los estrógenos y la progesterona al comienzo del embarazo. Lo cierto es que la aparición y el pico de los síntomas parecen correlacionarse con el aumento de varias de estas hormonas, lo que, en parte, explicaría las náuseas constantes a lo largo del día durante el embarazo.
Existen otros factores que también pueden influir en la aparición de esta sintomatología:
Las náuseas que persisten durante el embarazo, pueden afectar significativamente a la calidad de vida de la futura madre. Si es tu caso, no dudes en comentar el problema con tu ginecólogo o matrona para que puedan valorar tu caso y recomendarte cambios en tu estilo de vida, o en caso necesario, un tratamiento adecuado para aliviar tus síntomas lo antes posible.
En general, las náuseas y los vómitos tienden a desaparecer cuando se acerca el final del primer trimestre. Sin embargo, antes de este momento, tu ginecólogo/a o matrona te habrá recomendado medidas para aliviarlas, porque si no se abordan, el embarazo puede seguir marcado por este malestar hasta el momento del parto o llegar a agravarse.
La calidad de vida de la embarazada se puede ver afectada por diferentes situaciones que podrían estar relacionadas con náuseas y vómitos como:
El hecho de que las náuseas sean muy habituales en el embarazo no implica que haya que sufrirlas y aprender a vivir con ellas. Lo más recomendable es que te pongas en contacto con tu médico, matrona o enfermera especializada en cuanto empieces a sentir estos síntomas. La espera de un bebé es un momento único en la vida, y las náuseas constantes no deberían estropearlo.
¿Sabías que las náuseas y los vómitos afectan hasta el 80% de las mujeres embarazadas? En la mayoría de los casos, los síntomas aparecen aproximadamente en las primeras semanas de embarazo y disminuyen gradualmente hacia el final del primer trimestre. Sin embargo, estos desagradables episodios de náuseas y/o vómitos a veces pueden persistir hasta el final del embarazo, o aparecer en distintos momentos del día y, en algunos casos, pueden manifestarse de formas más severas. Analizamos de dónde vienen las náuseas matinales y nocturnas y cómo debemos reaccionar correctamente ante ellas.
Lo primero que hay que analizar es de dónde provienen las náuseas y los vómitos durante el embarazo. Aunque no está claro cuál es su origen, existen varias teorías que señalan como la principal causa a los cambios hormonales que se producen cuando una mujer está gestando.
El aumento de los niveles de la beta-HCG (hormona coriónica gonadotrofina) podría explicar en parte la aparición de las náuseas y los vómitos en el embarazo. La beta-HCG es una hormona natural que empieza a segregar la placenta a partir del sexto día después de la concepción, y cuyos niveles van aumentando regularmente a lo largo del primer trimestre de embarazo. El incremento de los niveles de hormonas tiroideas, estrógenos y progesterona al comienzo del embarazo son otras posibles causas investigadas por los científicos para explicar este síntoma.
Además, hay otros factores que contribuyen a la aparición de las náuseas y los vómitos en el embarazo a determinadas horas del día:
Náuseas matutinas: Es muy habitual que las náuseas y los vómitos se presenten por la mañana nada más levantarse, sobre todo en las primeras semanas de gestación, fundamentalmente por estas causas:
Náuseas y vómitos por la tarde y por la noche: Junto con las náuseas matutinas, hay muchas mujeres que padecen este malestar especialmente a última hora de la tarde y por la noche. Seguramente por estos motivos:
Para algunas mujeres las náuseas matinales y nocturnas suponen un verdadero problema que complica la vida diaria. Para estas gestantes, el día a día del embarazo se convierte en un gran desafío, sobre todo en los casos en que el entorno tiende a minimizar o quitar importancia a estos síntomas, porque se genera en la madre un sentimiento de culpabilidad.
Es importante consultar con un especialista en cuanto aparezcan los primeros síntomas, ya que podrá realizar una evaluación personalizada y determinar la necesidad de un tratamiento apropiado para ti y tu bebé. Existen diferentes soluciones que te pueden ayudar a vivir una buena gestación, manteniendo a raya las náuseas y malestar.
Algunas señales de alarma que debes tener en cuenta si padeces náuseas en el embarazo:
Consultar a un profesional de salud ante el menor síntoma y desde el comienzo de las náuseas, es fundamental para tratar y superar el malestar. Tu ginecólogo/a podrá recomendarte pautas de estilo de vida para afrontar los síntomas y, si es necesario, prescribir un medicamento adecuado.
Tener náuseas y vómitos es un síntoma muy común en el embarazo, especialmente durante el primer trimestre de gestación. Dado que hasta el 80% de las mujeres embarazadas experimentan náuseas en algún momento, ¿deberíamos preocuparnos si estamos embarazadas y no tenemos estos síntomas? ¿Es la ausencia de náuseas en el embarazo algo anormal? Analizamos las posibles razones de un embarazo sin náuseas y/o vómitos.
Puede que el análisis de sangre y los exámenes ginecológicos iniciales confirmen que estás esperando un bebé y, sin embargo, no percibas ningún cambio. ¿Puede una mujer estar embarazada sin síntomas? Efectivamente, y es completamente normal.
Es posible que te encuentres en una etapa demasiado temprana de tu embarazo para sentir cualquier síntoma (verifica en qué etapa de tu gestación te encuentras utilizando nuestra rueda de embarazo). Pero también es importante tener en cuenta que los síntomas del embarazo varían mucho de una mujer a otra y de un embarazo a otro. De hecho, hay mujeres que viven todos los síntomas del embarazo de forma muy leve y otras muchas que pasan las 40 semanas sin sufrir ninguna molestia. ¡Si es tu caso, disfrútalo! Eres una afortunada.
Estos son los primeros síntomas más comunes del embarazo:
Mientras no experimentes dolor abdominal o sangrado, un embarazo sin síntomas no debe preocuparte en absoluto porque es completamente normal. Pasado un tiempo, seguro que notarás que tu vientre y tu pecho empiezan a crecer, lo que es una señal clara de que estás embarazada, aunque no tengas náuseas.
Un embarazo sin náuseas ni vómitos no tiene por qué implicar un problema de salud. Algunas mujeres son naturalmente más resistentes a estas molestias gástricas que otras. Entre los factores que pueden aumentar las posibilidades de experimentar mareos y/o vómitos, se incluyen:
Además, ten en cuenta que no hay estudios científicos que expliquen de manera concluyente por qué se producen estos síntomas del embarazo, ni por qué algunas mujeres reaccionan más intensamente que otras a los cambios.
También es importante recordar que algunas etapas del embarazo son más o menos propicias para experimentar ciertos síntomas. Por ejemplo, las náuseas en el embarazo generalmente persisten hasta el comienzo del segundo trimestre, con un ligero pico de aumento alrededor de la semana 9 . Si has superado este período sin experimentar ninguna molestia, es probable que tengas la suerte de vivir una gestación libre de náuseas ni vómitos.
¿Estás viviendo un embarazo sin síntomas? El hecho de estar embarazada sin náuseas ni vómitos no debe llevarte a descuidar la atención prenatal, como las visitas al ginecólogo/a o la toma de ciertos complementos aconsejados por tu especialista.
No existe un consenso sobre cuál es la causa exacta que explica las náuseas en el embarazo. De hecho, se cree que, en la mayoría de los casos, estas se deben a diferentes factores, no uno en concreto. Diversas investigaciones al respecto consideran que la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) tiene un papel protagonista en la aparición de las náuseas y los vómitos en la gestación, así como otras hormonas como las tiroideas, los estrógenos y progesterona que aumentan considerablemente en las primeras semanas del embarazo. De hecho, se asocia el aumento de estas hormonas a los picos de náuseas que sufren las mujeres al principio del embarazo.
Otros factores que pueden influir en la aparición de náuseas en el embarazo son:
Aunque algunas embarazadas se libran de esta sintomatología, muchas mujeres empiezan a sufrir náuseas, vómitos y mareos incluso antes de confirmar su embarazo. Pero ¿cómo son las náuseas durante el embarazo? Estas son algunas de las características más comunes:
Si se trata de un síntoma tan habitual del embarazo, ¿se puede considerar las náuseas una buena señal o, por el contrario, una amenaza de peligro para la salud de la madre y del bebé?
Aunque las náuseas durante la gestación suelen percibirse como una buena señal, ya que reflejan los cambios fisiológicos y naturales en tu cuerpo, esta sintomatología en sí no indica de manera fiable si el embarazo está transcurriendo debidamente o si existe algún problema gestacional.
Cada embarazo es diferente, algunas mujeres no experimentan ningún síntoma en los primeros meses y es perfectamente posible vivir una buena gestación sin ningún síntoma destacable. La única manera de asegurarse de que el bebé está desarrollándose bien y no hay ningún inconveniente de salud, es llevando un control continuo con el ginecólogo o la matrona.
Cuando las náuseas son intensas, suelen llegar a afectar a la alimentación y la digestión de la madre. Además, cuando van acompañadas de vómitos frecuentes, aumentan el riesgo de sufrir complicaciones.
Los vómitos repetidos y no tratados en una mujer embarazada podrían llevar a:
Con o sin vómitos, nunca debes normalizar las náuseas durante el embarazo. Presta atención a cómo impactan tu día a día, y no dudes en comentarlo con tu especialista de la salud para que pueda aconsejarte.
Debido a que las náuseas y los vómitos son síntomas muy comunes del embarazo, muchas veces se asume que toda futura madre debe resignarse a vivir con ellos. Sin embargo, tu embarazo no tiene que estar marcado por este malestar porque, además, sin un control adecuado en algunos casos las náuseas podrían evolucionar hacia su forma más grave: la hiperémesis gravídica.
Cuando las náuseas iniciales dan paso a vómitos muy intensos y frecuentes que ponen en peligro la salud de la madre y el bebé, es posible que se esté desarrollando una hiperémesis gravídica. Esta situación se puede evitar con un tratamiento adecuado, bajo el control ginecológico.
Aunque las náuseas y los vómitos son característicos del embarazo, minimizar su impacto puede tener consecuencias negativas en ciertos casos. Es importante evitar ver estos síntomas como una buena señal, ya que pueden afectar a tu vida diaria y a tu salud. Ten en cuenta que existen diferentes soluciones para aliviarlos y procurar que dichos casos no evolucionen hacia algo más grave.
Durante el primer trimestre del embarazo, las náuseas y los vómitos son muy comunes, por eso resulta inevitable que se tienda a normalizar estos síntomas. Sin embargo, si no se tratan de forma oportuna de la mano de tu ginecólogo/a o matrona, en algunos casos podrían evolucionar hacia una enfermedad grave con riesgos para tu salud y la del bebé.
Las náuseas responden a una sensación de malestar digestivo que puede llegar a durar todo el día, especialmente durante las primeras semanas de gestación. A veces, estas pueden ser tan intensas que terminan provocando mareos y vómitos difíciles de controlar.
Cuando una mujer embarazada vomita de forma continuada todo lo que come a diario, corre el riesgo de sufrir estos inconvenientes:
Los vómitos persistentes pueden afectar tu salud y, en casos extremos, podrías llegar a vomitar sangre o bilis. Repasamos diferentes manifestaciones de las náuseas y los vómitos para que puedas reaccionar de la mejor manera ante sus síntomas.
Si estás embarazada y vomitas sangre, es probable que esté padeciendo algún tipo de lesión del tracto digestivo, o un problema con la mucosa esofágica. Esto ocurre sobre todo si has experimentado vómitos persistentes.
Pero vomitar sangre durante la gestación también podría estar relacionado con otras causas más allá del propio embarazo. Para determinar qué patología está detrás de este síntoma, es importante acudir a un médico especialista que pueda descartar las diferentes posibilidades, realizar un diagnóstico personalizado y, si es necesario, prescribir un tratamiento adecuado a tus necesidades.
Algunas mujeres llegan a vomitar bilis durante el embarazo. La bilis es un líquido gástrico de color amarillo o verdoso que resulta fundamental para la digestión del organismo, se produce en el hígado y se almacena en la vesícula biliar.
¿Por qué se producen vómitos de bilis en el embarazo?:
Como consecuencia de esto, puedes tener irritación en la garganta, el esófago e incluso los pulmones debido a la acidez de la bilis. Todo esto implica que existe un mayor riesgo de desnutrición o deshidratación.
Las náuseas y los vómitos leves o moderados no suelen tener consecuencias graves ni para la madre ni para el bebé. Sin embargo, en los casos más severos, como en la hiperémesis gravídica, los vómitos persistentes podrían llegar a suponer un mayor riesgo de bajo peso al nacer y de parto prematuro.
La hiperémesis gravídica es la forma más grave de las náuseas y los vómitos del embarazo. Tal y como indica el Ministerio de Sanidad de España, se diagnostican como hiperémesis gravídica cuando las náuseas o vómitos se vuelven muy intensos y persistentes, y además se asocian con pérdida de peso, con alteraciones del equilibrio electrolítico y deshidratación.
La hiperémesis gravídica afecta a entre el 0.3% y el 2% de los embarazos y su aparición es más frecuente entre las semanas 6 y 12. Esta enfermedad no debe banalizarse y tratarse convenientemente porque, en casos extremos, puede llevar a la necesidad de hospitalización por riesgo de desnutrición crítica.
El diagnóstico de la hiperémesis gravídica se basa principalmente en una evaluación clínica inicial para descartar otras enfermedades que puedan explicar los síntomas severos.
Es más que habitual que las mujeres embarazadas padezcan náuseas y vómitos desde el primer trimestre de gestación. A pesar de tratarse de un síntoma normal del embarazo, es conveniente informar al médico de la aparición de las náuseas y los vómitos para evitar que se agraven.
El primer paso para mantener las náuseas a raya en el embarazo es modificar y ajustar la dieta y hacer algunos cambios sencillos en el estilo de vida. En muchos casos, el ginecólogo o la matrona pueden también considerar necesario recurrir a algún tratamiento médico para aliviar las náuseas y los vómitos desde los primeros síntomas y prevenir que la afección vaya a más. Solo un profesional de la salud debería recetar o proporcionar el medicamento adecuado. Si este es tu caso y los síntomas persisten o empeoran, no dudes en volver a consultar con tu especialista.
Si experimentas alguna de estas situaciones, debes ponerte en contacto con tu médico lo antes posible:
Es importante tener en cuenta que existen algunos factores asociados con la aparición de hiperémesis gravídica:
En resumen, es importante destacar que la detección temprana y el tratamiento de las náuseas y vómitos del embarazo pueden prevenir formas más graves de esta afección, como la hiperémesis gravídica. Para evitar complicaciones y una posible hospitalización, te recomendamos consultar a un profesional de la salud tan pronto como aparezcan los primeros síntomas.
Algunas mujeres experimentan náuseas o vómitos al final de embarazo, incluso aunque se hayan librado de este síntoma durante toda la gestación. Existe la falsa creencia de que las náuseas y los vómitos pueden ser indicadores de que el parto está cerca, sin embargo, no es habitual que esto ocurra.
Los vómitos y las náuseas en las últimas etapas de la gestación pueden deberse a varias razones:
Si experimentas anomalías asociadas con estos síntomas, como dolor abdominal o lumbar localizado, vértigo, fiebre, malestar general, o pérdidas significativas de líquidos digestivos o sangre durante el tercer trimestre del embarazo, debes consultar a tu ginecólogo de forma inmediata.
Las náuseas y los vómitos no son síntoma de que el parto será inminente. Existen otros cambios físicos que suelen ser mejores indicadores de que se acerca el nacimiento del bebé, por ejemplo:
Aunque es posible experimentar náuseas y vómitos antes del parto o durante el tercer trimestre, hay otros signos físicos más comunes que indican que el parto está cerca. Si estos síntomas van acompañados de dolor abdominal, dolor de cabeza o fiebre, es importante buscar atención médica de inmediato.
Las náuseas sin vómitos durante el embarazo afectan, de forma más o menos intensa, a la mayoría de las mujeres embarazadas. Por lo general, ocurren en el primer trimestre, pero en raras ocasiones pueden persistir hasta el momento del parto. Analizamos algunas claves para entender este fenómeno.
Numerosos estudios científicos han investigado el origen de las náuseas en el embarazo y la mayoría concluyen que, a pesar de que no hay una causa única, las hormonas juegan un papel protagonista en esta afección. El aumento de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), que es crucial para el desarrollo adecuado del embarazo desde las primeras semanas, parece coincidir con la aparición de las náuseas.
Asimismo, otras fluctuaciones hormonales también han sido consideradas en las investigaciones, como el aumento de los estrógenos y la progesterona. Estos cambios alteran la digestión y pueden causar una sensación de malestar.
Las náuseas del embarazo afectan a cada mujer de manera diferente y pueden ir acompañadas de vómitos o presentarse de forma aislada. Las náuseas sin vómitos en mujeres embarazadas ya sean esporádicas o crónicas, pueden persistir si no se tratan adecuadamente y de forma temprana.
Las náuseas en el embarazo resultan molestas incluso aunque su intensidad sea leve y no vengan acompañadas de vómitos o mareos. Por suerte, adoptar medidas sencillas en términos de higiene y dieta desde los primeros síntomas puede proporcionar un alivio temporal.
Consejos para aliviar las náuseas sin vómitos en el embarazo:
La ausencia de vómitos no impide repercusiones psicológicas, laborales y sociales que pueden surgir igualmente gracias a la aversión a olores y alimentos, o náuseas asociadas al embarazo. A pesar de que las náuseas sin vómitos son más leves, no deben considerarse un síntoma insignificante y es fundamental que tu médico esté al corriente de todos tus síntomas durante el embarazo. Si lo considera necesario, podrá recomendarte un tratamiento adecuado a tus necesidades.
Las náuseas y los vómitos son un fenómeno común que afecta hasta el 85% de las mujeres embarazadas. Aunque lo habitual es que los síntomas remitan hacia el final del primer trimestre, hay mujeres que experimentan náuseas y vómitos durante todo su embarazo.
El vómito es un reflejo, una respuesta muscular involuntaria y rápida a un estímulo. Por lo general, esta respuesta se asocia a una enfermedad, como la gastroenteritis o la ingestión de una toxina. Sin embargo, en el caso de las mujeres embarazadas, las náuseas y los vómitos pueden ser el resultado de múltiples factores, ya que las causas específicas que provocan este síntoma no han sido completamente definidas por estudios científicos.
Los vómitos incoercibles son una de las principales causas de hospitalización en las primeras etapas de embarazo. Y es que vomitar durante el embarazo puede provocar un doble impacto:
El hecho de vomitar en el embarazo no tiene por qué ser peligroso, pero si los síntomas se vuelven recurrentes y no se sigue el tratamiento adecuado, podría darse un empeoramiento del estado general que, en algunos casos, requeriría hospitalización. La forma más grave de esta afección se llama hiperémesis gravídica.
Además, algunos estudios han demostrado que los vómitos incontrolables durante el embarazo se asocian con un mayor riesgo de bajo peso al nacer en el bebé, así como un incremento de las posibilidades de parto prematuro. En casos graves, un tratamiento efectivo para detener estos síntomas puede resultar esencial para la salud de la madre y del bebé.
Las náuseas y los vómitos suelen comenzar en las primeras semanas del embarazo y generalmente persisten hasta el final del primer trimestre, con un pico alto alrededor de las 9 semanas de gestación.
Incluso en el caso de que los vómitos sean esporádicos y te permitan alimentarte e hidratarte adecuadamente, si experimentas estos síntomas en cualquier momento de tu embarazo, no dudes en compartirlo con tu ginecólogo o matrona. El inicio temprano de un tratamiento adecuado puede ayudar a prevenir problemas mucho más graves.
Por supuesto, si experimentas dolor, fiebre, mareos, o tienes dificultades para comer o beber normalmente, es necesario buscar atención médica lo antes posible.
El principal peligro de vomitar durante el embarazo es subestimar los riesgos y permitir que la situación empeore. Aunque estas molestias suelen ser temporales y leves, tu ginecólogo o matrona podrá ayudarte a solucionar el problema y procurarte un embarazo seguro.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Más información sobre nuestra política de cookies